sábado, 1 de noviembre de 2014

El Momento Inesperado

En Lengua leímos varios cuentos escritos por Horacio Quiroga, y estudiamos las características de sus cuentos, la mayoría eran cuentos de casos psicopatológicos o cuentos donde se ve una borrosa frontera entre lo humano y lo animal. Luego de trabajar estos temas, tuvimos que escribir un cuento, de a dos, sobre alguno de estos temas, nosotras escribimos sobre un caso psicopatológico. Este es nuestro cuento.

El momento inesperado
 Iba caminando por la calle cuando sentí algo extraño, algo que jamás había sentido, algo inesperado. 
Un tiempo después me acerque a una señora y le dije:
- Siento algo dentro de mí, veo algo en ti. 
- ¿Qué pasa señor? – contestó ella algo preocupada.
- Yo sé que le ocurrirá en el futuro…
   Y no sé por qué, se alejó corriendo, gritando que había un loco, lo extraño fue que yo no vi ninguno.

   Al día siguiente, vi que mi perro necesitaba algo, y una fuerza del futuro vino a mí y me comunicó que mi perro saldría corriendo por la puerta trasera. De repente mi perro echó a correr, predije el futuro, sentí que debía ir a la calle a predecir el futuro de la humanidad.
   Enseguida me vestí y fui directo al centro de la ciudad. Cuando llegué, me subí a un banco y dije:
- Señoras y señores, vengan todos a mí, tengo un anuncio muy importante para comunicarles.- De repente la gente se acercaba a mí, me sentí poderoso. Todos me escuchaban, ya estaba listo para hablar.- Yo predigo el futuro y predeciré el de la humanidad.
   Al instante escuché carcajadas, todo se reían de mí, algunos gritaban que estaba loco y otros llamaban a la ambulancia. Me sentí muy triste y decepcionado, pero a pesar de eso dije lo que debía decir:
- Todos ustedes morirán. Los pájaros volaran. Y a todos ustedes los castigaran.
   Cuando acabé de hablar ya no quedaba nadie, solo una gorda señora mayor usando un delantal blanco y un sombrero con una cruz roja, jamás había visto una cosa así.
- Ven conmigo, te llevaré al paraíso- Dijo ella.
- ¿Me llevarás a Disney?- Pregunté entusiasmado.
   Sentí que me pinchaban con algo, todo a mi alrededor empezó a dar vueltas, y de repente no sentí nada.

   Al día siguiente me desperté en un cuarto blanco y pequeño, vestía un traje blanco que parecía un vestido. Mis manos estaban atadas a un candado.
   Empecé a golpear las paredes y a gritar, no entendía por qué estaba ahí y me sentía observado.
   Un tiempo después se abrió una puerta y la misma señora del día anterior apareció. 
- ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué es esto? – Pregunté.
- Tranquilo, todo se solucionará. Usted está aquí porque tiene trastornos psicológicos.
- ¿Loco? ¿Piensan que estoy loco? – Dije gritando.
- Cálmese por favor.
- Usted será castigada, le pasará algo malo por hacerme esto a mí, lo siento, lo siento en mi alma, es una fuerza del futuro.
   La señora se acercó a mí con una jeringa en mano, y me pinchó el cuello, las paredes blancas se volvieron negras, todo se derrumbaba. Me caí.
   Unos minutos después me desperté, me dolía todo el cuerpo. Me levanté, estaba en el mismo cuarto blanco pero la puerta estaba abierta.
   Salí a la calle y empecé a recorrer las calles de la ciudad pero no había nadie, estaba todo vacío.
   Recorrí  la calle principal y todos los negocios estaban cerrados, las ventanas estaban rotas, los árboles estaban tirados en la calle interrumpiendo el paso y sus hojas volaban en círculos por toda la ciudad.

1 comentario:

  1. ¡Muy buen trabajo!
    El cuento está bien construido y redactado. El principio es de por sí intrigante y el final es repentino pero funciona, no parece improvisado. Lograron mantener a lo largo del relato una duda constante acerca de la credibilidad del protagonista.
    10 (diez)

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